Jung: entre la Alquimia y el Chamanismo
Confrontación con el Inconsciente como prueba Iniciática
Laura Morandini & Ariell Chris

El hombre en su necesidad constante de progreso y avance tecnológico, con el pasar del tiempo ha ido poco a poco despreciando la forma de pensamiento simbólico y mítico, considerándolo como mera fantasía de los pueblos primitivos así como contraproducentes para su evolución.
Las culturas de los pueblos antiguos (Babilonios, Egipcios, Mayas, entre otros) desarrollaron un complejo sistema de pensamiento abstracto/sagrado siendo la Qabalah, la Alquimia, la Astrología y El Tarot manifestaciones que llegaron hasta nosotros, pero que aún son consideradas por los profanos puras supersticiones. Este conocimiento universal se expresa fundamentalmente a través de símbolos que los iniciados están obligados a dominar ya que las imágenes míticas otorgan la posibilidad de conexión con el sendero sagrado y la memoria de la naturaleza, lo cual resulta totalmente inaccesible por medio del pensamiento lógico.

Es difícil para mí, que fui alumno y amigo, durante diez años, valorar y glosar la figura, en todos sus aspectos, del que fue mi maestro y, tal vez, la persona más importante en todo este tiempo. Lo es, no tanto por el dolor asociado a su repentina desaparición, como por lo polifacético de su personalidad y enseñanza, muy ricos ambos en aspectos profundos y sutiles.
El capricho de la Historia ha hecho que hoy el término Alquimia se aplique tan solo a una disciplina de carácter esotérico y oscuro, empeñada tanto en transmutar metales innobles en oro como en la consecución del Elixir de la Inmortalidad despojándola así de toda su dimensión de ciencia de la Salud.